El pasado domingo nos despedimos a Elba que volvió a su país después de varios años en España. Era su deseo volver a Bolivia a la familia que sigue allí.
Para ella Dios le ha concedido el deseo de su corazón pero para los que se quedan este adios resulta muy difícil.
Conocimos a Elba en el parque y a través de ella hemos ido conociendo a su familia: sus hijas, sus nietos. Ella es una mujer que es un ejemplo de perseverancia, una mujer que ama a Dios y es una guerrera de oración.
Elba, nos alegramos por ti que vuelves a tu país, y estamos agradecidos por haberte conocido.
Buen viaje.